Que Tiempos Aquellos en Mi Viejo San Juan by Jose A Gomez at Spillwords.com

Que Tiempos Aquellos en Mi Viejo San Juan

Que Tiempos Aquellos en Mi Viejo San Juan

written by: Jose A Gomez

 

Que tiempos aquellos en mi Viejo San Juan. Criandome en San Juan, fue como una pelicula de acción y aventuras en donde, el protagonista era yo y la mision mia consistía en conquistar el tiempo y espacio, grabar mis experiencías, para que en un momento dado de mi vida pudiera compartir el Tesoro recaudado con ustedes .

Yo nací en la Calle Del Sol, en la casa de mi abuela maternal. Me trajo al mundo una comadrona,de nombre Carmen Davila; la comadrona por excelencía del casco de San Juan. Mi abuela, Doña Amparo como la llamaban todos los que la conocían , era una gran maestra de economía domestica. Ella cocinaba todas la comidas típicas en forma muy especíal, que aquellos  los que tuvieron el privilegio de comer su comida se chupaban los dedos, según decián mis tías. Yo no tuve la dicha de conocerla ni de haber probado sus platos especiales porque ella fallecio al poco tiempo de yo haber nacido;Mi abuela era dueña de algunos hospedajes y casas de pupilos en el Viejo San Juan; mis tías maternas también entrarón en el negocio de hospedajes, entre ellas se hacían la competencia, yo creo que el proposito era de monopolizar este negocio en el casco de San Juan y qué mejor si era entre la familía. En aquellos tiempos San Juan era el centro en Puerto Rico donde todos los comérciantes de la isla se reunian para abrir y cerrar negocios y a veces era necesario quedarse allí y por ende terminaban en un hospedaje u hotel. Tantos en los hoteles como en los hospedajes se ofrecían comidas y bebidas si asi lo deseaba el cliente. El Viejo San Juan era como una gran metrópolis en una escala mas pequeña por su tamaño; nueve calles verticales y diez  calles horizontales, eso era excluyendo La Perla y la Marina de San Juan en La Puntilla.

Los politicos que representaban y componian la junta del municipio, que gobernaba a San Juan, nunca se preocuparon por renovar los edificios, apartamentos y otras localidades de La Marina que ya eran parte integral del Viejo San Juan. Cuando demolieron La Marina, construyeron un estacionamiento publico  y un complejo de apartamentos de calidad inferior, a bajo costo; maniobras y estrategías de políticos para ganar votos. En el tiempo de Doña Fela,  que fue alcaldesa de SanJuan, una de sus aportaciones al casco fue, la de cubrir con brea los adoquines de las calles mas importantes de San Juan y para colmo permitio que en la Calle Recinto Sur se construyera un edificio moderno para estacionar carros, aquello fue como un  atropello, y a la vez un sacrilegio a una de las ciudades mas antiguas y distinguidas del nuevo mundo. Bueno, de Doña Fela diré, que siempre tenía tremendo moño montaó y constantemente se estaba abanicando con uno u otro de sus muchos abanicos. Nos quizó traer nieve de Los Estados Unidos y logró que Rio Piedras formará parte del municipio de San Juan. Eso sí, todos los días de Reyes, a los niños pobres de San Juan, la alcaldesa les regalaba patines, muñecas, bolas de todas clases y camisas tipo tropical; posiblemente ese fue el logro mayor de sus terminos como alcaldesa.

El casco de San Juan tenía cuatro salas de cine; el Teatro Luna en la Calle de La Luna, el Teatro Royal en la Calle San Justo, mas abajo el Teatro Roxy, donde todos los muchachos y muchachas ibamos a ver los episodios y series de Shazam, Flash Gordon, el Enmascarado de plata, el Medico Asesino y un chorro  de los heroes y superhéroes del tiempo. El ultimo teatro, El Rialto, que era el primero que se veía al entrar a San Juan, estaba en la Calle San Francisco. Recuerdo que a veces podías entrar a los cines de gratis, sin pagar, si presentabas algún tipo de facsímile de pastas de dientes, envolturas de jabones o tapas de cajas de detergentes. En el cine Roxy la entrada para menores era de quince centavos. Los adultos pagaban treinta centavos, y todos los miercoles día de damas, se pagaba la mitad, Las peliculas  eran Mexicanas, Españolas y Argentinas; de vez en cuando Norteamericanas. El cine Royal presentaba mas peliculas norteamericanas y se consideraba como el peor cine de San Juan. El Rialto que era el mas caro de todos, la entrada era doble y las peliculas eran en ingles con titulos en español; si no entendías ingles o no podías leer estabas chabaó. El cine Luna lo habian cerrado y cuando vuelven abrir sus puertas ya no era un cine lo habían transformado en un bar que eventualmente se convierte en uno “de mala muerte” por su clientela exclusiva.

El la Calle de La Luna y la esquina de la calle San Justo, a la esquina de La Calle Tanca habían como veite establecimientos de bebidas alcoholicas y bares de prostitución. En aquellos tiempos San Juan era un puerto donde llegaban muchos barcos de diferentes partes del mundo llenos de marinos, soldados y Marinos Mercantes de todas las nacionalidades, tamaños y colores. La Calle de La Luna sobre las demas calles del viejo San Juan, era patrullada por policias estatales, M.P. s’ y Shore Patrol de los marinos del ejercito norteamericano. La razón ¿porqué? tanto patrullaje se debía a que constantemente se formaban tremendas trifulcas entre los ciudadanos , los marinos los soldados, las prostitutas y los chulos en fin medio mundo (un decir), ahí entonces entraban los diferentes policias a repartir macanazos a sus grupos en particular, los policias estatales se les iban encima a los ciudadanos, prostitutas y chulos, los M.P. s’ a todos los soldados que estaban envueltos y los Shore Patrol a todos los marinos, estos tenian las manos llenas ya que los marinos eran los mas. Siempre podias ver las diferentes tantanas (vanes) de los policias llenos de  todos los que estaban en la trifulca y a veces los presentaó también se iban en las redadas.

Volviendo al cine Rialto, al cruzar la calle en la misma esquina de la Calle Tanca estaba hubicado El Gran Café donde se vendian sandwiches, con un menu bastante norte americano, hamburgers con papas hot dogs y dos o tres platos criollos, pero la especialidad eran los mantecados de diferentes sabores con sirop, tenian un counter tipo fuente de sodas con asientos para el deleite del cliente sentarse y comer su sundae, barquilla o malteada. En los altos, el segundo piso de este edificio, se encontraba el comité del Partido Popular democratico. Ellos tenían afuera de un balcón, un altóparlante que síempre se escuchaba la canción del partido popular que decía “Jalda arriba va cantando El Popular ……” y promocionando las proximas actividades del partido, esto era 24/7. “El Bate” Munoz Marin,  gobernador de Puerto Rico y presidente del partido popular democratico, vivía en La Fortaleza, no le importaba que los decibelios de la musica  que eran bastante altos, fuera un estorbo o no, pero estoy seguro, que allá en La Fortaleza bailaban al compas de la cancion. Debo mencionar que si te parabas en la Norzagaray o Boulevard del Valle y mirabas hacia la perla, todas las casas tenian una bandera blanca con el jíbaro y su pava pintado en rojo, que era el emblema del Partido Popular.

Entre la Calle de La Luna y la Calle San Franciso cruzando la Calle Tanca estaba la bajadita que se convertía en La Barandilla. La Barandilla era el sitio donde uno se podía encontrar con politicos, jueces, abogados, comerciantes y a “Juan Del Pueblo”. Allí se sentaban,( cerca de La Plaza de Salvador Brau) ellos, para  hablar de política, noticías del día y un sinnúmero de temas. Yo tuve el privilegio de sentarme allí con estas personas a una muy temprana edad. Ellos me consíderaban, “la mascota” de La Barandilla. Ellos no le permitían a otros jovenes sentarse allí.  Le entraban a cocotazos a cúalquiera que no fuera adulto.  Diré que aprendí muchísimos escuchando a estas personalidades hablar y discutir entre ellos la gran variedad de temas e historías, también se formaban tremendos vacilones y a estos señores, les gustaba pegarle vellones  a todos los que por allí pasaban. La Barandilla era el sitio mas concurrido de todo San Juan donde todos querian estar.

El Carnaval de San Juan era fabuloso, elegante, alborotoso y alegre; El desfile era eterno, entraban por la Calle San Francisco carrozas, cabezudos,vejigantes, reinas, bandas de acero, otros grupos de musicos, en fin gente comun de todas clases con algún tipo de disfraz y enmáscarados. En La Plaza de Armas, frente a la Alcadia, montaban una piñata gigante y la llenaban de dulces surtidos. Cuando rompían la piñata todos los muchachos se tiraban a recoger los dulces y estaban los puños y patadas por todas partes. Recuerdo que la primera y última vez  que traté de coger un dulce me dieron hasta por debajo de la lengua. Estuve atóntado como cinco minutos, cuidaó si mas. El carnival y las fiestas patronales que se montaban en el parque Luis Munoz Rivera, vestian a San Juan de blanco, lleno de luces como si en esa fecha se volvía a casar de Nuevo con el pueblo y el mundo completo estaba invitado a la boda. Por las nochés se veían las familias caminando por San Juan mirando las vitrinas especíalmente las de Gonzalez Padin que siempre estaban bién decoradas. En los días de fiestas de la Navidad las arrenglaban con un sinnúmero de muñecos presentando estampas navideñas tantos criollas como norteñas. Los muchachos de San Juan siempre tenían algún revulú o riña con los muchachos de Puerta de Tierra, no se llevaban muy bién, si, los de Puerta de Tierra pasaban de la biblioteca Carnegie hacía San Juan los muchachos de San Juan les caen encima y los pelaban, y lo mismo pasaba si los muchachos de SanJuan pasaban de la Biblioteca Carnegie hacia Puerta De Tierra, esto sucedía si iban caminando. En San Juan uno nunca estaba aburrido ya que siempre había algo que hacer, y eso que no existía el cable tv,ni la internet.

Subiendo por la Calle Tanca habia un estrecho que salia al Boulevard Del Valle (Norzagaray) y en uno de los apartamentos vivía un señor que vendía unos pescados rojos, el los freía bién doraditos y bién sazonados  que ricos eran, aparte de ser un poco caros cada pescado costaba quince centavos; no estoy muy seguro  pero creo que lo llamaban salmonete. El ambiente en San Juan siempre era festivo y de respeto, la gente se saludaban en las calles, y se deseaban un buen dia o tarde o noche, era una rareza ver una pelea afuera de la calle de la Luna, que en realidad era donde toda la violencía ocurría; En la misma calle Luna antes de llegar al callejon del Toro había un cuarto de socorros, como le llamabamos, era un pequeño salon como de quince pies por quince, con una Camilla, varias sillas, un botiquin bastante grande y otros aparatos para tomar la presion y demas examines. Ahí te daban las primeras ayudas si sufrías cualquier pequeno accidente o cortadura, había un enfermero o una enfermera siempre durante todo el día y era de gratis el servicio no costaba un centavo, estos cuartos de Socorro habian , dos o tres en el casco, el tratamiento como ya dije era de cachete (gratis).

En las tardes se escuchaba al quincallero vendiendo sus quincallas; el limpía botas también se escuchaba diciendo ”brillo”a ver quien necesitaba sus zapatos brillar. Habian barberos ambulantes, el vendedor de hielo y no faltaba el lechero vendiendo la leche. Que tiempos aquellos en mi Viejo San Juan….. Si paseabas por La Plaza de Armas podías ver alrededor los fruteros con sus carritos de madera llenos de frutas. La chinas mas lindas y grande que no se encontraban en ningún otro lugar de la isla, a cinco centavos peladitas con su tapita cortadita. Yo creo que las manazanas mas lindas de Nueva York y Washington State las enviaban a San Juan; eran grandes, jugosas y sabrosas. Una de ellas era el equivalente a una cena completa. Hablando de cena, si te querias comer un biftec con papas y una ensalada de lechuga y tomates, a lado de la iglesia San Francisco estaba el restaurante La Vizcaina y si querias comer mas fino en la Calle Tanca entre la San Francisco y La Fortaleza se encontraba La Mayorquina.

En La Plaza de Armas, en las tardes y noches estaban los jugadores de damas con sus tablas enormes de 128 cuadritos que hacia el juego mas dificil y te obligaba a tener un estrategía planificada para llegar a la victoría. La Capilla del Cristo siempre exhibiendo los tesoros de oro y piedras preciosas de la iglesia católica de San Juan. San Juan era un pueblo donde todas las familias se conocían por apellido y habían varias clases sociales pero todas estaban integradas en una comunidad. El Fuerte Brook era del ejercito norteameriacano y la entrada del Morro estaba controlada por soldados. Donde hoy se elevan las chiringas antes era una campo de golfo. Algunos muchachos se San Juan servían de caddys para buscarse unos chavitos y a la vez tener el derecho de poder jugar allí. La juventud de San Juan siempre estaba de punto en blanco, acicalados tanto las muchchas como los muchachos y siempre estaban planificando actividades como, jiras, t-danzan, fiestas de cumpleaños y otros tipos de actividades, con el proposito de interactuar los unos y los otros, porque como todos sabemos la socialización es saludable.

Recuerdo las discusiones que se formaban en La Barandilla sobre el beisbol y el City Champ, que era entre los Cangrejeros de Santurce y los Senadores de San Juan. Si los Senadores perdíamos el campeonato de la ciudad ya sabíamos que camiones llenos de Cangrejeros entrarían esa noché al Viejo San Juan con un rumbon montaó para estrujarnos el triumfo de ellos en nuestras caras. Recuerdo también haber sufrido esa humillación varías veces. Cuando nosotros ganabamos  el “city champ” le pagabamos con la misma moneda. Subiamos por toda la Fernandez Juncos y luegos bajabamos por la Ponce De Leon, Que dias aquellos tan maravillosos en mi Viejo San Juan.
Ha pasado ya un tiempo y mirando a mi San Juan he visto como en todas las calles las fachadas de los apartamentos y casas han sido restauradas a sus estados originales y hasta mas bellas. El Paseo de La Princesa que belleza todo tan nitido y hermoso, y pensar que en un tiempo era una prision maxima donde una vez la horca, era el metodo que se usaba para aquellos criminales con pena de muerte. Los muelles especial el numero 6, la reconstrución  de ellos no hay palabras para expresar  mi amor, alegria y el gran orgullo que siento de haber nacido aqui, en el casco de San Juan, mi bella islita dentro de la isla mas Hermosa que es mi Borinquen.

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